martes, 22 de enero de 2013

¿Referencias que inspiran o que limitan?


por Alberto Mendoza



Algunos de nosotros necesitamos referencias inspiradoras cuando nos disponemos a moldear y construir nuestra vida. Estas referencias pueden presentarse como logros y actos de personas cercanas a nosotros o personajes públicos que admiramos. Otras veces se trata de la visión o imagen que tenemos de nuestro futuro.



Ciertamente las referencias externas pueden sernos útiles cuando queremos abordar algo nuevo en nuestras vidas y no sabemos cómo empezar. Sin embargo, pueden convertirse en una pesada carga que termine por lastimarnos y presionarnos de forma poco útil, sobre todo si nos apegamos a ellas dejando de lado toda nuestra adaptabilidad y flexibilidad.

Es similar a construir nuestra casa. Consultamos revistas e imágenes pensando en materiales, diseños, colores; visualizando como nos gustaría que fuera nuestro futuro hogar. Luego lo presentamos al arquitecto y conforme vivimos el proceso de construcción nos enfrentamos a la necesidad de hacer adecuaciones: el lavabo que queríamos no está disponible en el mercado, no podemos usar cierto tipo de ventanal porque hace que la casa sea más fría o simplemente la construcción no se acaba en el tiempo y con los recursos planeados. ¿Qué crees que le sucedería a la construcción y a ti, si no estuvieras dispuesto a hacer cambios a tu plan inicial?

Lo mismo ocurre con las referencias que tomamos del exterior. Podemos utilizarlas para inspirarnos pero, al final, tenemos que estar dispuestos a adaptarnos conforme discurren nuestra vida. Eso es lo que le da el sabor y nuestra sazón personal a lo que hacemos... Y ¿quién sabe? A lo mejor eso logra que alguien más se inspire en tu visión personal.

En nuestra siguiente cápsula, seguiremos con este tema.


Alberto Mendoza Capetillo es psicólogo y coach de vida en Yolotl y ha tenido la maravillosa oportunidad de acompañar a varias personas y organizaciones en su proceso de transformación, tanto en México como en otros países. Si quieres contactarlo, su página web es  www.reconectayolotl.com

martes, 15 de enero de 2013

Nuevo año, ¿nuevos propósitos?

por Alberto Mendoza

Mi amiga, la psicóloga Judith Arámburu, me comentaba recién que desde su perspectiva los "propósitos" de Año Nuevo no existen, sino que deben realizarse consistentemente día a día a lo largo de nuestra existencia. Eso es lo que nos hace congruentes con nosotros mismos.

Decidí compartir este pensamiento contigo por que es en estas primeras semanas cuando solemos caer en la trampa de los propósitos y metas "mágicas", nos cuestionamos y de repente queremos transformar rápidamente todo nuestro entorno.

La vida, nuestra vida, se construye dedicándole tiempo y empeño a las cosas. Las soluciones rápidas y de poco esfuerzo generalmente tienen poco de duradero:

¿Por qué, vez de matarte de hambre con la dieta de la manzana por dos semanas, no optas por llevar una alimentación saludable?
¿Por qué quieres, con un mes de ejercicio, bajar los 10 kgs de más que llevas 5 años cargando?


Si en algún momento te sientes aturdido por los propósitos de los demás, voltea a ver tu misión de vida y tu plan anual y revísalo cuestionándote:
¿te ayuda a construirte o es necesario refinarlo?
¿quieres ajustar prioridades?
¿que avances has logrado?

Si no lo has seguido o no ves avance alguno, pregúntate:
¿qué faltó que no pude comprometerme?
¿mis objetivos no son realistas?
¿mi plan refleja verdaderamente lo que quiero hacer en mi vida?

No te castigues, simplemente revisa que fue lo que no funcionó y determina si decides aceptar las cosas como son y solo tienes que experimentarlo de otra manera o de verdad es necesario un cambio.

En vez de invertir energía redactando metas o haciendo cambios radicales sin ton ni son, revisa que fue lo que hiciste y no funcionó o que dejaste sin hacer. Revisa tu año como si leyeras un cuento de hadas: siempre que hay un dragón, detrás hay un tesoro escondido. Revisa tus "fracasos" o situaciones dolorosas y descubre el "tesoro" que encontraste de tí mismo: puede ser que fueras más creativo de lo que pensaste, que tenías mayor fortaleza espiritual o algún talento o habilidad nueva.

El desarrollo personal toma tiempo y requiere de un esfuerzo continuo. El punto positivo es que ya diste unos pasos firmes en la dirección correcta al trabajar en tu proceso de coaching.
Ahora, sigue avanzando con paso seguro y firme.

Te deseo un gran año 2013 que te lleve a crecer internamente y se refleje externamente en amor, salud, abundancia y armonía.



*Alberto Mendoza es maestro en psicología, coach de vida y cuenta con amplia experiencia en procesos de transformación personales y organizacionales a nivel internacional. Si deseas contactarlo, puedes ver su página web www.reconectayolotl.com